GRAN MELIá & ZEL, EXCELENCIA COMO RAZóN DE SER
La excelencia en el mundo del viaje es algo de lo que presumir. Los hoteles de lujo no solo ofrecen comodidades de primer nivel y un servicio excepcional, sino que hacen que cada detalle cuente a la hora de crear una estancia memorable. Desde restaurante de alta cocina hasta spas con tratamientos de las marcas más punteras, la búsqueda de lo excepcional es una constante en los establecimientos hoteleros que marcan la diferencia. Prueba de ello son estos cinco hoteles de Meliá Hotels International situados en distintos lugares de nuestro territorio. Todos ellos son finalistas en los Premios Condé Nast Traveler 2024.
Situado en el corazón del centro financiero y comercial de Madrid, el Hotel Fénix Gran Meliá es perfecto para tomarle el pulso a la capital: está lo suficientemente cerca de El Prado, al Museo Arqueológico Nacional (MAN), el Reina Sofía o el Thyssen Bornemisza como darnos un atracón de arte y cultura en una misma escapada y cuenta con espacios únicos –como un centro wellness inmejorable o restaurantes de alta cocina– en los que evadirnos de la vorágine urbana o experimentar la buena vida madrileña.
Es esta combinación entre el lujo y el carácter español la que lo ha convertido en icónico, en un referente en la hotelería española e internacional, pues forma parte del portfolio The Leading Hotels of the World, la colección de los hoteles más exclusivos del mundo. Por esta y otras razones, acaba de ser elegido finalista en los premios Condé Nast Traveler 2024 en la categoría de Mejor Hotel Icónico.
A su emplazamiento único, rodeado de comercios y negocios, junto al Paseo de la Castellana y la calle Serrano, hemos de sumar otros atractivos, tales como sus habitaciones de estilo inglés o neoclásico (las suites RedLevel proporcionan una atención distinguida, así como ventajas exclusivas y acceso a espacios reservados) o su oferta gastronómica: el japonés Zuma del chef Rainer Becker, el restaurante mediterráneo de fusión Aduana, con vistas impresionantes a los tejados de Madrid y el Fénix Cocktail Bar, en el que ver y dejarse ver en plena Milla de Oro.
Construido por el reconocido arquitecto español José Antonio Coderch y finalista en la categoría Mejor Resort en los Premios Condé Nast Traveler 2024, el Hotel de Mar Gran Meliá se encuentra situado en primera línea de mar en Illetas, Mallorca, uno de los destinos más emblemáticos de las Baleares.
Miembro del prestigioso grupo Leading Hotels of the World, el resort de cinco estrellas, solo para adultos (+15 años), cuenta con 137 habitaciones y suites, todas ellas exquisitamente decoradas y con vistas panorámicas al Mediterráneo y a los jardines. Además de su propia cala de arena exclusiva, ofrece dos piscinas (Sky pool y la principal, junto al Bardot Pool Club), amplios espacios de ocio y cuatro restaurantes, entre los que destaca Arrels by Marga Coll: alta cocina mallorquina, basada en los mejores productos locales, donde las recetas cotidianas se reinterpretan con un toque vanguardista.
En su Spa by Clarins los huéspedes podrán disfrutar de experiencias sensoriales y de bienestar como tratamientos y rituales con productos de la prestigiosa marca de belleza parisina, así como baños en su piscina climatizada, con chorros a presión, hidromasaje y sauna.
3. GRAN MELIÁ PALACIO DE ISORA
Finalista también en la categoría Mejor Resort de los Premios Condé Nast Traveler 2024, el Gran Meliá Palacio de Isora presume de ubicación –en primera línea en Guía de Isora (Tenerife), a los pies del Teide–, y de piscina, pues su infinity pool es la piscina de agua salada más larga de Europa en un hotel, con 80 camas de agua y dos rituales de agua integrados. Pero hay más, muchas más: piscinas familiares, para adultos y exclusivas RedLevel, que suman en total 7,500m2 de espacio acuático.
Más de una docena de espacios gastronómicos, incluidos restaurantes y bares, ofrecen experiencias culinarias para todos los gustos: Oasis, de cocina mediterránea especializado en arroces y pescados, el italiano L'Olio, el mexicano Agave ubicado junto a la piscina infinita, el asiático Nami, Dúo Steakhouse, que fusiona la cocina vasca con los cortes de carne americanos, Le Bistrot Provençal y su cocina francesa, La Terrasse, capitaneado por el chef Jorge Peñate, el food market Pangea, etc.
Respecto a sus 608 habitaciones, algunas de ellas dentro de RedLevel, al más puro estilo hotel boutique, cabe destacar que cuentan con espectaculares vistas al océano Atlántico y
los exóticos jardines, favoreciendo la conexión con la naturaleza en un ambiente elegante, íntimo y luminoso.
4. PALACIO DE LOS DUQUES GRAN MELIÁ
El Palacio de los Duques Gran Meliá, situado en el corazón del Madrid de los Austrias, combina el encanto vintage con una sensibilidad contemporánea: ocupa el antiguo convento de Santo Domingo, que data del siglo XIII, mantiene el carácter y la elegancia de la estructura original, la residencia de los duques de Granada de Ega, pero ha sido meticulosamente restaurado para ajustarse a los gustos y necesidades de los viajeros actuales, que encuentran en su jardín histórico de 1.000 m² y en su piscina de temporada un oasis urbano en el que evadirse.
Tres son los restaurantes que le han hecho ganarse un puesto entre los finalistas a Mejor Hotel Gastronómico en los Premios Condé Nast Traveler 2024: Dos Cielos, de los hermanos Torres, con tres espacios diferentes y platos inspirados en el Madrid de los Austrias, Coroa Royal Gallery and Garden, un punto de encuentro informal con una propuesta gastronómica de vanguardia acompañada de cócteles de autor, y Montmartre Restaurant, que fusiona las cocinas francesa y española y ofrece las mejores referencias de vino de ambos países.
El primer hotel de la marca ZEL, creada por el tenista Rafa Nadal y Meliá Hotels International, abrió sus puertas el año pasado en Palmanova y desde entonces no ha parado de ganar adeptos gracias a su espíritu mediterráneo lleno de energía.
Finalista en la categoría Mejor Nuevo Hotel en los Premios Condé Nast Traveler 2024, Zel Mallorca representa el estilo de vida mediterráneo con una vibrante decoración dominada por colores, texturas y formas que remiten a la naturaleza y generan una sensación de paz, bienestar y comodidad. Tomando este gusto por los espacios abiertos como inspiración y adoptando la tendencia wellbeing, entendida como un bienestar activo y social, se han conceptualizado estancias en cuyo interiorismo se entremezclan diferentes influencias mediterráneas, como estampados y acabados en tonos marítimos, con guiños y referencias a puntos clave de la cultura mediterránea como Italia y Grecia.
Con 165 habitaciones, dos piscinas y un spa perfectamente equipado, el hotel ofrece una variedad de opciones gastronómicas, incluyendo el reconocido Beso Beach, y un espacio de café de especialidad de Café de Finca.
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