LA IMPRESCINDIBLE RUTA EN COCHE PARA RECORRER TENERIFE: CARRETERAS LLENAS DE CURVAS Y CONTRASTES

Cuando viajas a Canarias una de las primeras tareas de todo buen planificador de viajes es encontrar un coche de alquiler con el que poder recorrer las islas por nuestra cuenta, con total libertad y la tranquilidad de no depender de autobuses u otros medios de transporte para visitar los diferentes puntos de interés que esconde este territorio insular. Lo más habitual es alquilar un vehículo de precio asequible ligado a un motor de gasolina de poca potencia, pero existe otra alternativa perfectamente válida para cubrir, al menos, la ruta que nos dibujó Peugeot para descubrir algunos de los encantos de Tenerife.

Hablamos de una solución de movilidad que tiene mucho más peso en la isla que en la península y es que al tratarse de un territorio de unos 2.000 kilómetros cuadrados delimitado por el océano, los habituales problemas y preocupaciones ligados a la autonomía simplemente desaparecen. En Car and Driver hemos sido testigos de cómo se puede dar una vuelta a la isla más extensa del archipiélago canario y la más poblada de España con las baterías cargadas de los Peugeot e-208, e-2008 y e-308, compañeros de viaje que prácticamente agotaron la mitad de sus pilas para cubrir los casi 200 kilómetros (por vías de todo tipo) que separaban el punto final del inicial en el siguiente recorrido.

1. Puerto de la Cruz

Situada en la costa norte de Tenerife, esta ciudad es conocida por sus llamativas playas de arena volcánica oscura y una de las principales atracciones de la isla: el zoo Loro Parque, anunciado prácticamente por todo el territorio. Frente a las aguas del Atlántico se encuentra el lago Martiánez, un espacio de ocio formado por un lago central artificial con un conjunto de piscinas, terrazas, jardines y restaurantes. También se puede contemplar la Batería de Santa Bárbara, fortificación deteriorada del siglo XVIII, y una aduana del siglo XVII ubicada en el antiguo puerto.

Claro está, no podemos obviar el Mirador de San Pedro, un lugar desde el que poder apreciar la fértil costa norte de la isla y el estupendo Paisaje Protegido de la Rambla de Castro, incluyendo varios acantilados y una de las grandes plantaciones de plataneras de Tenerife.

2. Garachico

Este municipio presume de uno de los cascos históricos y artísticos mejor conservados y más representativos del archipiélago canario, con un abundante patrimonio arquitectónico de los siglos XVI y XVII. No es de extrañar que fuera declarado Bien de Interés Cultural en 1994 en la categoría de Conjunto Histórico y no solo eso, pues también cuenta con la Medalla de Oro de Bellas Artes por sus riquezas artísticas. Puerto de referencia en el tráfico comercial entre Europa y las colonias españolas de América a finales del siglo XV, Garachico ofrece paseos relajados por plazas y zonas peatonales cerca de primera línea de mar, siempre frente al monumento natural del roque de Garachico. Sin duda alguna, una de las mejores formas de conocer cómo son las poblaciones más antiguas de Canarias.

La visita a este municipio puede completarse con rutas por paisajes naturales como el volcán Chinyero, la Caleta de Interián y el acantilado de La Culata. Pero claro, antes de llegar a Garachico por la Autopista del Norte de Tenerife o TF-5, hay una parada obligatoria en Icod de los Vinos, donde reside el árbol más famoso de la isla: el Drago Milenario.

3. Santiago del Teide

Para llegar al siguiente destino toca abrocharse el cinturón y disfrutar de dos carreteras llenas de curvas, la TF-421 y TF-82, ideales para poner a prueba el chasis de nuestro coche. Una vez en el municipio, son visita obligada el volcán de Chinyero o la playa de La Arena, sin olvidarnos del museo etnográfico Cha Domitila y del principal reclamo de Santiago del Teide: el Acantilado de Los Gigantes, un icono inconfundible con alturas que alcanzan los 600 metros. Además, desde su puerto deportivo parten cada día embarcaciones para el avistamiento de cetáceos.

Su clima estable a lo largo del año, la belleza de sus paisajes y la agradable temperatura de sus aguas invitan a disfrutar de la naturaleza y del mar. En la parte alta del municipio se aprecia el contraste entre el paisaje volcánico y los cultivos de vid, almendros e higueras. Por supuesto, no podemos olvidarnos de que desde este municipio tinerfeño emplazado en el suroeste de la isla, parte la carretera TF-436, una de las más hermosas y desafiantes de la isla, que nos llevará hasta el asombroso pueblo de Masca.

4. San Miguel de Abona

El sur de la isla dista enormemente de los preciosos paisajes del norte, pero en su lugar propone una oferta de ocio con diferentes actividades económicas como comercios, restauración y servicios diversos. Aquí destacan dos urbanizaciones turísticas (Golf del Sur y Amarilla Golf) que ofertan un turismo de carácter deportivo, con campos de golf que discurren junto al mar y acaban ocasionalmente en los cortados abruptos del acantilado, lo que incrementa su atractivo. La línea de costa del municipio de San Miguel de Abona es muy reducida y relativamente plana, por lo que sobresalen pequeños acantilados que alternan con reducidas playas de callaos y arenas negras en la desembocadura de los barrancos.

Al norte de este municipio se encuentra Vilaflor, un punto ideal para comenzar el ascenso hacia el Parque Nacional del Teide, sin duda uno de los principales atractivos de la isla, especialmente por la vistas, pero también porque la carretera TF-21 está llena de curvas cerradas. Nuestra recomendación es seguirla en toda su extensión hasta acabar en La Orotova. No te arrepentirás. Tampoco lo harás si te detienes antes de llegar a San Miguel de Abona en Adeje, donde deberás probar el pollo frito en el restaurante Oasis.

5. Santa Cruz de Tenerife

La ruta por la autopista del Sur de Tenerife o TF-1 te llevará hasta nuestro final de trayecto, Santa Cruz de Tenerife, la capital (desde 1833) de este encantador territorio canario. Una ciudad portuaria y cosmopolita, con edificios destacados entre los que destacan la iglesia colonial de la Inmaculada Concepción, el Auditorio de Tenerife Adán Martín, el Tenerife Espacio de las Artes, el Palacio de Carta con sus elementos de estilo barroco y neoclásico, el Museo de la Naturaleza y el Hombre en el antiguo Hospital Civil y la céntrica plaza de España.

Una ciudad alegre y luminosa cuya fiesta más conocida es el Carnaval, declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional. Santa Cruz de Tenerife invita a disfrutar del aire libre, ya sea por las calles peatonales llenas de ambiente (imprescindible una parada gastronómica en la calle de La Noria), en los diferentes parques o en las zonas comerciales, acompañados de una temperatura media anual de 21.2 ºC. Las zonas de baño más populares, algo alejadas del centro histórico, son las recónditas playas de Taganana y Benijos, pero también la playa de las Teresitas, una de las más famosas de todo Tenerife. No obstante, también se puede disfrutar de un día de relax en el Parque Marítimo César Manrique. A la hora de descansar, date un capricho y alójate en el hotel más emblemático de la capital y el único con cinco estrellas: el Iberostar Heritage Grand Mencey.

2024-04-26T06:39:45Z dg43tfdfdgfd