A'BARRA, CALLAO 24, ATRAPALLADA Y NôMADâ: GRANDES AIRES Y CARTAS ACONDICIONADAS

Desde su apertura en 2016, A'Barra siempre ha destacado en la escena gastronómica madrileña, ya que obtuvo su primera estrella Michelin a los seis meses del arranque y ha sabido mantenerla año tras año. A'Barra también presume de un sol Repsol. Localizado en el barrio de El Viso, este restaurante es destino imprescindible para los amantes de la alta cocina. Calidad, producto y talento son las claves de su éxito. La reputación de A'Barra no ha dejado de crecer gracias a su compromiso con la excelencia.

Restaurante A'Barra. Calle del Pinar, 15, Madrid. (Cortesía)

En su compromiso con el producto encontramos a Sergio Manzano, un gran chef de ideas claras. Su cocina se caracteriza por sabores sugerentes y reconocibles, siempre refinados y respetuosos con la tradición. Su filosofía —"Sin producto no hay cocina”—, se refleja en cada plato, fusionando la pureza del producto con una técnica impecable.

Cuatro pasos de la excelsa experiencia A'Barra. (Cortesía)

A saber: jamón Joselito Gran Reserva 2017, gofre de foie, espuma de coco y frambuesa; sopa fría de pepino, almendra y lima; galleta crujiente, coliflor y chocolate blanco picante; puerros LC tostados, yema texturizada y caviar Caspian Pearl; huevo de Mos, tallarines de jamón Joselito y anguila ahumada; merluza de pincho del Cantábrico con holandesa de chorizo Joselito, migas de cerdo y ajo; Joselito à la royale; helado de puerro, crema de albedo y almendras, y albaricoque, romero y haba tonka. En todo esto consiste la experiencia A'Barra.

Sergio Manzano, chef de ideas claras y sonrisa franca. (Cortesía)

Con una impresionante bodega de más de 500 referencias, custodiada por el sumiller Valerio Carrera, el restaurante ofrece una experiencia completa en una elegante sala de 700 metros cuadrados inspirada en la naturaleza. Que no te lo cuenten más veces.

Callao 24, otro acierto del gran Jhosef Arias

El Callao, fundado en 1537 por conquistadores españoles, se convirtió en el primer puerto de Perú y en una puerta de acceso crucial para los productos que entraban y salían del virreinato. Hoy en día, el Callao es conocido como un barrio tan canalla como atractivo que simboliza el mestizaje cultural entre España y Perú.

Callao 24 by Jhosef Arias. (Cortesía)

Callao 24 es otro proyecto culinario del gran chef Jhosef Arias, defensor de una cocina tan auténtica, como contemporánea y exquisita. Esta propuesta se suma a sus otros proyectos gastronómicos como Piscomar, Humo, ADN y Hasaku. Callao 24 se especializa en comida criolla peruana, destacando platillos tradicionales como la papa a la huancaína y la causa rellena.

También reinan propuestas como el seco de la norteña, el ají de gallina o el cebiche, que se suman a una variada carta de cócteles a base de pisco. El nombre del restaurante es un homenaje a la madre de Jhosef, doña Ana Salinas, cuyo cumpleaños es el 24 de agosto, y quien transmitió todas sus recetas y secretos a este fantástico chef.

Callao 24 by Jhosef Arias. (Cortesía)

Nômadâ, la jaima de este verano está en Serrano

La terraza del restaurante Nômadâ, en plena calle Serrano, se ha convertido este verano en uno de los puntos de moda de la capital. Del empresario Kike Sierra y situado en el número 43, este restaurante-jaima invita a sus visitantes a sumergirse en un entorno único con una carta llena de sorpresas. El lugar enamora a través de la comida, la música, los aromas y una decoración cuidada al más mínimo detalle, recreando un agradable y fresquísimo oasis rodeado de vegetación y fuentes de agua.

Con una cocina mediterránea de mercado, Nômadâ ofrece desde platos innovadores hasta sus famosos cócteles de autor, brindando un viaje sensorial único. Entre sus delicias, encontramos un exquisito bikini croissant de costilla de vaca y gouda, una sabrosa burrata con cherries salteados y chile de siete sabores, o el espectacular entrecot de vaca simmental al estilo Café de París. También se puede disfrutar de shishas y de una afinada carta de coctelería. Puro boho chic, frescor de luxe y (de jueves a sábado) sesiones con DJ.

Nômâda. Calle Serrano, 41, Madrid. (Cortesía)

Robata, el japonés de Jorge Juan

Robata es punto de peregrinaje en la madrileña calle Jorge Juan de Madrid —de un tiempo a esta parte 'tomada' por fortunas venezolanas, mexicanas y latinoamericanas en general (pocos españoles verás)— que fusiona técnicas tradicionales japonesas con influencias mediterráneas y americanas. Destacado por su ambiente urbano y su cocina japonesa de brasas de carbón o 'robata'. Gastronómica esmerada y de calidad.

Robata. (Cortesía)

La carta, creada por la chef Fabiola Lairet, presenta platos como nigiris, sashimi moriawase, tataki de atún y robata steak, con un enfoque en excelencia y autenticidad. Complementada con una selección de vinos, sakes, cócteles creativos, y postres irresistibles, Robata camina a paso firme en su consolidación como un referente gastronómico capitalino.

Robata. Callejón de Puigcerda, 4, Madrid. (Cortesía)

Atrapallada, el mejor marisco de Madrid

En un Madrid lleno de aperturas rutilantes y restaurantes efímeros, Atrapallada destaca por ser un referente del mejor marisco desde hace más de 40 años. En 2015, María Ángeles y su marido Kiko tomaron las riendas del restaurante, transformándolo en un templo del buen comer con una decoración contemporánea y acogedora, y un servicio experto y familiar.

Restaurante Atrapallada. (Cortesía)

Atrapallada, ubicado en el barrio de Arganzuela, ofrece una experiencia gastronómica inigualable con una capacidad de 250 personas en su comedor y una icónica terraza para 80. Su cocina gallega de alta calidad, con productos frescos del norte de España, y su dominio de técnicas culinarias clásicas, lo convierten en un destino obligado para los amantes de la buena comida.

Atrapallada. Paseo de las Acacias, 12, Madrid. (Cortesía)

Atrapallada es Galicia en Madrid, ofreciendo los mejores mariscos gracias a su relación con proveedores del norte de España. Subrayaremos su pulpo a la gallega, sus almejas al ajo negro y su rodaballo salvaje, así como perfectas preparaciones de navajas, percebes, berberechos, carabineros o gamba blanca. ¡Lujuria marinera!

Oryen Caffe & Brunch: una terraza con vistas

Oryen Café, ubicado en el barrio de Salamanca con vistas al Retiro, es ideal para disfrutar de un buen brunch en Madrid. Ofrece cocina tradicional, alimentos saludables y una variedad de cafés de especialidad.

Oryen Caffe & Brunch. Calle Alcalá, 107, Madrid. (Cortesía)

Destacan platos como pan de masa madre con tomate fermentado, huevos revueltos con queso parmesano y aceite de trufa blanca, y salmón marinado con crema de queso. La terraza frente al Retiro ofrece una vistas realmente privilegiadas.

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