SANTA EULALIA DE OSCOS (ASTURIAS), CAPITAL DEL TURISMO RURAL 2024

Parece que la capitalidad del turismo rural sigue empeñada en quedarse en el norte de nuestro país. Y no es de extrañar, porque el potencial que tiene el entorno rural del tejado de la península ibérica ha ido creciendo y alimentándose gracias a una incipiente inversión en ese maravilloso y relajado turismo de interior. Porque es turismo calmado, turismo de pueblo donde hace fresquete y donde aún se tienen ahondadas muchas tradiciones de la España profunda.

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La VIII Edición del certamen de la capitalidad del turismo rural promovida por el portal especialista en alojamientos rurales Escapada Rural ha hecho ya público el resultado del escrutinio de todos los internautas que han formado parte del proceso de votación. El galardón no recorrerá demasiados kilómetros ya que viaja a la vecina Asturias para quedarse en la bonita aldea de Santa Eulalia de Oscos.

EL ESFUERZO DE LOS PUEBLOS PEQUEÑOS DA SU FRUTO

Han sido cerca de 80.000 votos los que se han recibido este año para coronar a Santa Eulalia de Oscos como la capital del turismo rural. El 22,8% del resultado obtenido ha ido a parar a su candidatura, dejando una amplia distancia de 8 puntos sobre Altura, el candidato castellonense que ha tenido que conformarse con un segundo puesto y un 14,9% de los votos. En tercer lugar, Cabezuela del Valle con el 11,7% de las preferencias de los internautas no ha sido capaz de llevarse el gato al agua.

Por detrás han quedado grandes apuestas como Brihuega o Peñafiel con un 9% del voto escrutado y que, si bien cargaban a sus espaldas reclamos turísticos bien conocidos por el gran público, no han tenido el respaldo suficiente para colarse en el podio de los triunfadores. Aunque ganadores son todos, ya que gracias a esta iniciativa, muchos reductos de nuestro

turismo rural pueden salir de su letargo y enseñarnos que otra forma de viajar está al alcance

de nuestra mano, es divertida y muy sostenible.

El año 2024 ha supuesto un certamen diferente. En palabras de Judith Montmany, responsable de comunicación Escapada Rural: “Este año hemos contado con finalistas que lo han dado todo y se han esforzado mucho por conseguir apoyos públicos e institucionales que han difundido su candidatura y dado gran visibilidad al destino”. Y razón no le falta, ya que gran parte de los aspirantes a la capitalidad del turismo rural, son pueblos muy pequeños que no tienen los soportes económicos ni las estructuras para llegar al gran público.

RESERVA DE LA BIOSFERA Y TURISMO SOSTENIBLE

Es la primera vez que el Principado de Asturias acoge a una capital del turismo rural. Acostumbrados a ver pueblinos diminutos inundados de un mar verde casi salvaje donde el frío arrecia y el ganado acampa a sus anchas por donde pisa, Santa Eulalia de Oscos no desmerece la fama de pueblo asturiano que se aferra a una montaña para convertirse en un eterno balcón a la naturaleza.

Hay que adentrarse en la Comarca de Oscos-Eo, por carreteras que bordean las montañas y que se acercan al límite con tierras gallegas. Quizás es por eso que en estas aldeas tan pintorescas se hable el eonaviego, una variedad del galaico-portugués que se está perdiendo con el paso de los años, pero que los habitantes de esta comarca se niegan a abandonar. Oscos-Eo, además, es una mancomunidad que ha puesto mucho afán y trabajo en rescatar todo lo bello de su tierra que permanecía oculto y que hoy en día es un reclamo turístico para los que buscan una escapada en la naturaleza rodeados de paz y desconexión.

Al igual que sucede con Taramundi, nuestra particular “selva negra asturiana”, En Santa Eulalia de Oscos la naturaleza es la que marca el rumbo de todo. En el año 2007 la UNESCO reconoció todo el cordón verde del Río Eo, Oscos y Tierras de Burón como Reserva de la Biosfera, algo que ha permitido que muchos amantes del senderismo elijan esta parte de Asturias para disfrutar de unas rutas por la naturaleza, donde no faltan buenos desniveles, avistamiento de aves y cascadas de película.

La ruta de la Cascada de la Seimeira es una excursión que hay que disfrutar al menos una vez en la vida, y ahora con la nueva capitalidad del turismo rural tenéis la ocasión perfecta. Se trata de una ruta del agua en la que hay que seguir el curso del río Agüera a través del bosque, hasta dar con un impresionante salto de agua de 30 metros. La espesura de robles y fresnos deja escapar el sutil aroma de la humedad del musgo, que aún carga en sus espaldas los rescoldos de las últimas lluvias.

PEQUEÑOS PUEBLOS, GRANDES OFICIOS

Santa Eulalia de Oscos es la capital de un concejo que cuenta con un gran número de aldeas donde, en algún caso, apenas viven cuatro o cinco personas. Y es aquí donde reside gran parte de la magia de la nueva capital del turismo rural, en una forma bien distinta de entender el turismo rural.

La constante presencia del agua forma parte del ADN de este pueblito asturiano que salpica de color y contraste la montaña. La fuerza del líquido elemento permitió a los habitantes de la comarca en otros tiempos, desarrollar una industria que tuvo un valor incalculable pero, poco a poco, fue cayendo en el olvido. El tesón por rescatar los nobles oficios que aquí se hacían gracias al aprovechamiento de la fuerza del agua y al trabajo del metal son hoy los grandes tesoros turísticos que podemos disfrutar en Santa Eulalia.

Encontramos muchos lugares donde se puede aprender cómo eran estos oficios. Uno de ellos es el Conjunto Etnográfico Mazonovo, en la aldea de Mazonovo. ejemplo de lo importante que fue la industria del hierro en otros tiempos. Nos trasladamos a un taller de forja del siglo XVIII donde se conserva perfectamente el mazo hidráulico que convertía el hierro en tochos, en planchas de metal. No es un artefacto cualquiera, sino que se trata de uno de los pocos mazos hidráulicos del mundo que se encuentra en activo. En las visitas, se incluyen demostraciones por parte de alguno de los herreros que aún trabajan allí.

Otro templo etnográfico se encuentra en Ferreirela de Baxo, y se trata de la Museo Casa Natal

Marqués de Sargadelos. Aquí nació Antonio Raimundo Ibáñez, conocido como el Marqués de

Sargadelos; aunque realmente ese título nobiliario nunca existió. Fue un personaje muy importante ya que en el siglo XVIII fue el artífice de la creación de la cerámica de Sargadelos y

creador de la primera siderurgia integral en nuestro país. La casa es un verdadero museo que

se puede visitar de arriba abajo. No falta la cerámica de Sargadelos, una bodega y una fragua.

El último reducto del espíritu artesano de la comarca se encuentra en el centro mismo de Santa Eulalia. Se trata de Irene Villar y sus telares artesanos, otro salto gigante al pasado de Los Oscos donde el arte del tejido y la confección de prendas a mano ha perdurado gracias a sus manos. Visitar el telar es retroceder siglos atrás para darnos cuenta de que hay cosas que pueden permanecer inmutables durante varios siglos más. Además parte de su trabajo de artesanía se puede comprar ahí mismo, el souvenir perfecto para cerrar un viaje increíble por las aldeas de los oficios.

Y ADEMÁS…

En Santa Eulalia de Oscos los alojamientos rurales son una verdadera gozada. El concejo entero cuenta con una buena retahíla de casas rurales de piedra y madera típicas de la arquitectura asturiana. Algunas de ellas, como la Casa de Riba, son un verdadero salto en el tiempo.

Parte de la gastronomía de la zona comparte atmósfera con la gallega y la leonesa, de ahí que en la mesa de Santa Eulalia de Oscos encontremos botelo, guisos con grelos y frixuelos de postre. Pero para ir un poco más allá, la gastronomía de esta parte de Asturias tiene gratas sorpresas como los “roxois”, una especie de chicharrones que se elaboran con el tocino y el jamón del cerdo y que es uno de los platos estrella de la matanza. Y si podéis, acompañadlo con queso de Oscos, que es autóctono y probablemente sólo lo encontréis allí.

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