SOUVENIRS DE PARíS NADA KITSCH: LOS QUERRáS TODOS
Para estetas, para niños, para fashionistas, para gourmets.... Hay souvenirs de París para todos los gustos y, sobre todo, hay souvenirs de París maravillosos fuera del típico y terrible imán. Te soplamos los mejores cadeaux-souvenirs, recuerdos de vuestro viaje a la ciudad de la luz con un sutil allure parisino (o, cuanto menos, muy francés). ¡Merecerá la pena facturar la maleta!
PARA ESTETAS
La colección Café de Flore & Marin Montagut. La colección Café de Flore & Marin Montagut (48 rue Madame) reinterpreta el café de Saint Germain-des-Près a través de sus bellas acuarelas, la silla de bistrot sobre un pañuelo de seda; o trampantojos de su croissant, o su chocolat chaud sobre porcelana esmaltada, realizada según sus piezas de plata. En su boutique-cabinet de curiosités os toparéis con su colección “Paris je t’aime”, tazas decoradas con las míticas sillas de los parques, las jardineras del Jardin de Luxemburgo, o con las placas de las calles pintadas a mano (personalizables).
Unos vinilos de Gainsbourg de la boutique de su casa-museo. La boutique de la Maison Gainsbourg (14 rue de Verneuil) ofrece a los amantes de este figura del pop francés parte de la discografía del artista, en vinilos de 33 rpm, sus conciertos en DVD, y álbumes de sus intérpretes.
Una jarrón de Astier de Villatte. La boutique Astier de Villatte (173 rue Saint Honoré) se pavonea de su ligera y delicada cerámica con alusiones a París o a Francia como su Bol Paris diseñado por John Derian para Astier de Villatte; una pequeña taza o un jarrón tricolores “Commune de Paris”.
Una crema de la Officine Universelle Buly 1803. La más que poética perfumería Officine Universelle Buly 1803 (45 rue de Saintonge) deleita con sus ungüentos, peines de acetato de celulosa de nombres oníricos; sus bálsamos labiales de coquetos estuches personalizables; o sus cremas de aire retro “Les Jardins Français”.
Una silla de Maison Louis Drucker. Nada más apetecible que las típicas sillas de ratán típicas de los cafés parisinos de la casa Louis Drucker. ¿Por qué no darse el caprichazo de pedir un banco, un taburete, una butaca, un mesa o una trona de bebé… sur mesure?
Una delicada cerámica de Faïencerie Georges. La colección Paris de Faïencerie Georges (18 rue Charlot) fabricada y decorada a mano reúne platos de merienda con los tejados de la capital, la tour Eiffel, el Sacré-Cœur, el Moulin Rouge, Montmartre, Bastilla, o un jarrón que retoma los monumentos del barrio 18.
Un detallito de boutique Merci. El concept store Merci vende bolsas de tela con su logo (ni tan mal), y objetos con un toque de humor como su vela en forma de paquete de mantequilla. Amén de la cerámica de Paola Navone realizada y pintada a mano aludiendo al Bistrot, la Poissonnerie, las Huîtres, o el Boucher.
Un juego patriótico de petanca de la Boutique oficial del Eliseo. La Boutique Officielle de L'Elysée ofrece un juego de petanca Obut x Elysée con su "cochonnet" tricolor (azul, blanco, rojo), y las bolas marcadas, nada más y nada menos, que con el sello del Eliseo.
Unos souvenirs con mensaje de Printemps. En los grands almacenes Printemps (64 Bd Haussmann) podrás recopilar mensajes para llevar como “C’est la vie” en una bombilla Message in the Bulb; los clásicos “Et voilà” o “Je ne sais quoi” en un frasco de perfume de Teo Cabanel; o “Chaussettes pour dancer” en un par de calcetines de Felicie Aussi.
Un libro de Assouline. El libro Paris Chic de Assouline (35 Rue Bonaparte) muestra la vida parisina, los bistrots y calles pintorescas, sus gentes, anticuarios o los ateliers de artistas.
Un libro en la maravillosa librería Delamain. Los que manejen el idioma podrán deleitarse una obra clásica francesa de la bella librería Delamain (155 rue Saint-Honoré) como Les fleurs du mal, de Baudelaire; Les Misérables, de Victor Hugo; o L’Étranger, de Camus.
Unos goodies parisinos de la Samaritaine. La Boutique de Loulou de la Samaritaine (9 rue de la Monnaie) expone recuerdos de Paris para regalar o regalarse, además de los propios souvenirs de los emblemáticos y lujosos almacenes, mugs, lápices, o masking tape recordando a sus bellos mosaicos florales.
Una vela parisina en Kerzon. Kerzon (68, rue de Turenne) hace sus velas en Francia con cera natural y mecha de algodón. Su colección “Flâneries à Paris” evoca rincones y barrios parisinos como Les Batignolles; Parc des Buttes-Chaumont; Tuileries Palais Royal; place des Vosges; Ile Saint-Louis, o Tour Eiffel.
Una fotografía parisina de la Galerie Roger-Viollet. En los archivos de la mítica agencia fotográfica Roger-Viollet (6 Rue de Seine) cuentan con clichés de la capital francesa, de la Exposition Universal de 1889; o de los Juegos Olímpicos de París 1924, insólitas fotografías de las calles parisinas y obras de Eugène Atget.
Un cuaderno de Papier Tigre. El taller parisino de Papier Tigre (5 rue des Filles du Calvaire) crea objetos de papelería como los cuadernos “Toits de Paris” cuya portada recuerda de forma gráfica los tejados parisinos, o “Tour de Paris” que celebra la torre Eiffel.
Una campana de cristal de Atelier Charlotte Bourrus. Los Globe Paris de Charlotte Bourrus son originales campanas de cristal que encierran composiciones de papel con “su París”, Michou, la rue des Abbesses, las fachadas de Haussmann, el teatro Olympia o la sala de cine y conciertos Grand Rex.
PARA GOURMETS
Un té de Conservatoire des Hémisphères. La bella boutique Conservatoire des Hémisphères (96 rue du Bac) de la Rive Gauche presume de sus más de 100 tés de origen y grands crus (de Japón, China, la India, Taiwán...), y los perfumados, fruto de las meticulosas recetas de su fundadora Alice Bureau. Cual tesoros, algunos evocan París como "Ruches du Luxembourg" y "Rive Gauche”, compuesto de té verde Sencha bio, pétalos de rosa, flores de naranjo, fresas y frambuesas; o su infusión Souvenir Proustien de almendras tostadas, manzana y canela.
Un foie gras de la épicerie de la Tour d’Argent. En la tienda de ultramarinos del legendario restaurante la Tour d’Argent (19 quai de la Tournelle) venden su receta exclusiva de foie gras de oca (Alerta a los turistas. No se dice foie para parecer más chic) marinado en Oporto y especias, o un tarrito de sus míticas crêpes Mademoiselle.
Una caja de bombones de Jade Genin. Los golosos no se privarán del chocolate de Jade Genin (33 Av. de l'Opéra) a dos pasos de la Ópera Garnier. Sus “pyramidions” replican la punta del obelisco de la Place de la Concorde con sutiles ingredientes naturales, de ganache al limón y ralladura de lima; praliné de avena y zaatar salvaje, o avellana y camomila.
Un delicioso queso en Taka & Vermo. De la quesería Taka & Vermo (20 rue des Gravilliers) llevad unos exquisitos fromages de pasta dura para que viajen mejor, un Vieux Compte, un Tête de moine, un Saint Nectaire a la pimienta sanshô; o un Mimolette extra-vieille 24 meses.
Una mermelada de la Confiture Parisienne. La Confiture Parisienne fabrica en París mermeladas, confituras y jaleas de originales recetas, frambuesa violeta; fresa, flor de cerezo; jalea al vino de bourgogne Nuits-Saint-Georges; y sus colaboraciones con la Manufacture de Sèvres o Antoinette Poisson.
Una cerveza La Parisienne. La brasserie La Parisienne, situada en los alrededores de París realiza varios tipos de sus ya conocidas cervezas, la Brune, la Rousse, la Blonde, la Blanche, o la Titi Parisien con estilosas etiquetas.
Un pâté en croûte de Maison Verot. De la mar el mero, de la tierra el carnero, y de Maison Verot el pâté en croûte; ya sea el Vice-Champion du Monde (2011); su estrella la Oreiller de la Belle Aurore realizada únicamente 4 meses al año, o sus sorprendentes creaciones de temporada.
Una botella de Champagne de la cave Legrand Filles & Fils. En la legendaria boutique de vinos y espirituosos Legrand Filles & Fils (1 rue de la Banque) te orientarán sobre la elección de Champagne, y de su selección de vinos de Borgoña, Beaujoulais, Alsacia...
Una botella de licor St-Germain. El famoso licor St-Germain está preparado en Francia con 1 000 flores de saúco frescas por botella. Numeradas, éstas, están inspiradas en el art déco y la efervescencia artística de los años 20 en Saint-Germain-des-Prés.
PARA COCINILLAS
Una sartén de crêpes de Mauviel 1830. De la marca Mauviel 1830, referente de la cocina francesa, querréis llevaros todo. Pero puestos a elegir agradecerás la sartén de crepes de cobre o sus bellos moldes de soufflé o de tarte tatin.
Unas pinzas para comer caracoles de E.Dehillerin. Entrar a la bella tienda E.Dehillerin dejará un bello recuerdo de tu viaje parisino. Pero además puedes elegir unas pinzas para comer (bien) los escargots, o unos tenedores de ostras.
Unas típicas tazas de los Cafés en la Trésorerie. La tienda La Trésorerie ofrece ideas parisiennes como las típicas tazas Flora de los cafés con filo dorado, sus paños made in France, las pinzas para los pepinillos, o sus bolsas de la compra de rejilla de estilo vintage con los colores de la bandera francesa.
El libro Babar à Paris en La Procure. En La Procure de Saint-Germain-des-Prés soñarás con el libro de gran formato Babar à Paris, de Laurent de Brunhoff. Isabelle, la hija pequeña de Babar, viaja a París acompañada de su padre, donde pasean, visitan sus célebres monumentos, y se posan en sus cafés.
El libro Martine au château de Versailles. La boutique Bonton propone Martine au château de Versailles, de Gilbert Delahaye, Marcel Marlier. Las poéticas ilustraciones regresivas de su heroína, que se hicieron famosas a partir de los años 50, transportan a un palacio de Versalles de cuento.
El libro de Les aventures du Petit Nicolas au Bon Marché Rive Gauche. Con ocasión de los 170 años de Le Bon Marché Rive Gauche, se lanzó el libro inédito Le Petit Nicolas au Bon Marché Rive Gauche, que engatusa a pequeños y grandes. También puedes hacerte con su edición especial de Le Bonheur des Dames, una joya de 1883 de Émile Zola que adentra al lector en el mundo de los elegantes grandes almacenes.
Un Cluedo Louvre. La librería-boutique del museo del Louvre (Allée du Grand Louvre - Bajo la Pirámide) propone juegos (en francés) como el Monopoli Louvre o el Cluedo Louvre, perfectos para volver a “recorrer” el reputado museo.
Un póster de París para colorerar de OMY. En Fleux (39 rue Sainte-Croix de la Bretonnerie) encontrarás los posters de la torrre Eiffel y los planos de París de OMY, repletos de detalles para colorear, y su mapa con más de 100 pegatinas de sus momumentos. Ideales para entretener a los niños en el hotel, o de vuelta a casa para recordar lo visitado de forma lúdica.
PARA FASHIONISTAS
Un original broche de Macon & Lesquoy. En la selección de delicados y broches à la mode de Macon & Lesquoy (37 rue Yves Toudic) diseñados y bordados a mano, algunos hacen un guiño a la capital francesa, una taza de café, una baguette de pan, una Fontaine Wallace, o la fachada del Théâtre de la Ville.
Una camiseta de la Brasserie Lipp. La icónica brasserie Lipp (151 Bd Saint-Germain) de la rive gauche se asocia con GiftShop, de la mano de Julien Pham y Mathieu Lebreton, para crear una gama de productos inéditos y branchés con su imagen, sudaderas, camisetas, bolsos de lona además de sus tazas y platos.
Un Tote bag Paris de Inès de la Fressange. Inès de la Fressange (24 rue de Grenelle), la parisina de las parisinas imagina tote bags en lona natural beige bruto y cuadernitos “Carnet parisien” en rojo y azul.
Un marinière la Comédie-Française X Saint James. La boutique de la Comédie-Française (1 Place Colette) propone colaboraciones, desde el tradicional jersey marinero de Saint James hasta baberos Petit Cyrano con réplicas de la obra, tiernas y divertidas, bordadas a mano en un taller de reintegración de Francia.
Una gorra de Cuisse de Grenouille para él. Ya se ha hecho famoso el bordado “surf in Paris” de la boutique Cuisse de Grenouille (5 rue Froissart) declinado en camisetas, sudaderas y gorras.
Una camiseta con mensaje de Sézane para ella. La conocidísima firma Sézane (1 rue Saint-Fiacre) imagina camisetas con mensajes “Très Paris”, o “Paris mon amour”.
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