¿QUé HACE UNA ORQUESTA SINFóNICA EN LA PLAYA?

Más superficie de arena y la posibilidad de desplegar pareos y fiambreras mientras se goza de la música. Así vuelve uno de los grandes eventos populares y democráticos de la clásica en Barcelona, esto es, la cita sinfónica en la playa, que por primera vez se presenta bajo el paraguas de Barcelona Obertura y con la consecuente contribución económica del Ayuntamiento por medio de la tasa turística.

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Maricel Chavarría

La experiencia la inició en el 2015 la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) y, si bien la pandemia del coronavirus obligó a detener lo que comenzaba a ser una tradición, ahora la idea vuelve con mayor fuerza -los días 20 y 21 de junio- y habiendo sumado esfuerzos L'Auditori con las otras dos salas de la ciudad: el Liceu y el Palau de la Música. 

Así, la Simfònica del Liceu, que ya venía ofreciendo el notorio Òpera a la fresca, dará también su concierto en la playa. Y los coros del Palau de la Música no subirán en esta ocasión al escenario exterior pero sí  acercarán la música a ingresados en el Hospital del Mar y a residencias de ancianos.

El verano musical de la clásica comenzará así el día 20 con la Orquestra del Liceu interpretando el Boléro de Ravel -en un guiño a la colaboración que hizo con la Caixa en una avanzada experiencia con sonido tridimensional- y con la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorák, ambas bajo la batuta del director titular del Gran Teatre, Josep Pons.

Tomarán la batuta Josep Pons y Ludovic Morlot, titulares de las respectivas orquestas

 Al día siguiente será su homólogo en la OBC, Ludovic Morlot, quien dirija lo que en el mundo anglosajón se conoce por  "a feel good program", un programa con las tonadas del gran repertorio, "que la gente reconozca y pueda cantar, y que llegue a casa con ganas de buscarlas en YouTube", en palabras de Robert Brufau, director de L'Auditori.

 Así, la OBC comenzará con cinco de las Danzas eslavas de Dvorák, que es sin duda el repertorio más icónico de la Bohemia natal del compositor, seguido del poema sinfónico El Moldava de Smetana y del Capricho español de Rimsky-Korsakov. Para adentrarse luego a la Suite Farandole de Bizet y finalizar con Empúries de Eduard Toldrà. 

La cita abandona la playa de Sant Sebastià para ocupar la del Bogatell donde la amplitud de la arena puede acoger a 10.000 personas

La cita con el mar ya no se celebrará, en todo caso, en la playa de Sant Sebastià, al final de la Barceloneta, sino en la amplitud de la del Bogatell. Y sin asientos dispuestos previamente, con lo cual todo el mundo podrá traerse el suyo o tumbarse en la arena a vivir la experiencia. 

Este acontecimiento -que es único en el mundo frente al mar- será retransmitido por BTV, que desplegará cinco cámaras y una unidad móvil a fin de ofrecerlo en directo. Y a partir del 1 de septiembre estará disponible en la plataforma CaixaForum+, siendo la Fundació 'la Caixa' un socio estratégico en esta empresa de acercar la música sinfónica a una audiencia diversa y amplia a la que los templos de la clásica le parecen algo lejano y elitista.

Un escenario orbital de 20 metros de ancho por 16 de profundidad se instalará en el espigó del Bogatell mirando hacia la Marbella. Con un sistema de amplificación que tendrá repetidores cada 200 metros, para que el sonido llegue a un aforo que se calcula para 10.000 personas.  

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