EL 605, EL VUELO MAS FAMOSO DE LAS ONDAS

Cuando pensamos cómo llegaba la música estadounidense a España en los años sesenta tendemos a pensar que la puerta de entrada eran las bases militares: Zaragoza, Torrejón, Rota... Y sí, es cierto que por allí llegaban discos de rock and roll, de folf, de blues, que sonaban en las fiestas de los cuarteles y también en las radios de las bases, pero cuya difusión no pasaba de ese pequeño entorno.

Pero en esa misma época, un programa de radio logró abrir fronteras musicales e introducir en España esa música que sonaba al otro lado del charco. Y además lo hizo cosechando un éxito extraordinario y una legión de fieles oyentes ávidos de buena música. Ese programa se llamó 'Vuelo 605', se emitió durante más de cuarenta años, siempre pilotado por la voz inconfundible de Ángel Alvarez y despegó por última vez en junio de 2004, tras haber firmado una de las páginas más brillantes de la radio en España pasando por Radio Peninsular, la SER, Radio Minuto y M80.

Ahora el libro 'Las claves del Vuelo 605' (Piezas Azules) repasa la historia de un programa mítico tras haber rastreado casi 200 cintas originales de otras tantas emisiones nocturnas con cientos de horas de vuelo a través de las ondas. Su autor, Javier Lodín, se ha asomado a La Ventana para compartir algunas de esas claves sobre un programa que, como el mismo recuerda, nació de la pasión de Angel Alvarez por la música y la posibilidad de conocer y traer discos de Estados Unidos, gracias a su trabajo como transmisor de radio en Iberia. 'En esos viajes, Angel se empapó de la música que se escuchaba en Nueva York, Nueva Orleáns o California y siempre volvía con vinilos. Nació así una espectacular colección y también la idea de convertir esa pasión en un programa de radio', nos cuenta.

Así surgió primero Caravana Musical y después Vuelo 605. 'Una de las señas de identidad del programa era el propio Ángel, su voz, su ritmo pausado, su dicción. Mira que al principio muchos dijeron que no tenía voz para radio, que le faltaba chispa, pero Ángel mantuvo su esencia, hablaba como le pedía el cuerpo y creo que ésa fue una de las razones de su gran éxito porque le diferenciaba de todos los demás', explica Lodín.

En Vuelo 605, Ángel Álvarez, el hombre que traducía del inglés al español el título de las canciones, siempre tuvo claro que no sólo quería poner discos sino también contar cosas, quería descubrir cosas y compartir información con los oyentes. Una educación musical para varias generaciones que se plasmaba en los guiones extraordinarios de Carlos Domínguez. 'Revisar esos guiones ha resultado una experiencia increíble por lo completos y documentados que son. Parece mentira teniendo en cuenta que entonces no había Internet ni nada parecido. Carlos cuenta que se leían decenas de revistas que Ángel traía de sus viajes y que además se suscribió a todas las publicaciones musicales especializadas que encontró en Inglaterra y Estados Unidos'.

Todo eso y mucho más ha plasmado Lodín en este libro homenaje a un programa que convirtió en coleccionistas a unos cuantos miembros de aquellos seguidores de Caravana y Vuelo 605. 'Cada mes solemos reunirnos para mantener esos lazos y seguir intercambiándonos música, en eso somos incorregibles', dice Lodín. Y es que aquellos recorridos nocturnos por el firmamento de la buena música han dejado huella para siempre en la historia de la radio.

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