MICHELIN CONQUISTA EL MAR Y LA LUNA GRACIAS A SU APUESTA POR LA INNOVACIóN

La I+D+i está impresa en el ADN del grupo Michelin desde que inició su actividad hace ya 135 años. Y es gracias a la innovación invertida con la que ha logrado afrontar los grandes desafíos a los que se ha enfrentado la humanidad a lo largo de su historia, con el objetivo siempre presente de mejorar la movilidad y la vida de las personas.

Los planes de la compañía, tanto pasados como futuros, han estado en todo momento firmemente apoyados en la innovación. No en vano la empresa invierte anualmente más de 1,2 billones de euros al año en este concepto. Por una parte, la marca se ha ganado una reputación mundial por fabricar neumáticos duraderos, seguros y cada vez más sostenibles gracias a la investigación y desarrollo continuo.

Desarrolla con la Nasa una rueda adaptada a las condiciones extremas del espacio para que los astronautas del Proyecto Artemis puedan moverse por la luna

Michelin no es sólo una empresa líder de neumáticos. Michelin presta su experiencia en mezclar y encontrar componentes que permiten químicamente llegar a resultados diferentes, donde otros no llegan. Ese conocimiento le permite entrar en mundos que van más allá del neumático y la convierte en una empresa siempre a la vanguardia y comprometida con el medio ambiente.

Mundos más allá de nuestras carreteras, como el mar o la luna. Estas conquistas demuestran la apuesta por la innovación de Michelin. En el mar con la vela Wisamo, para que los barcos aprovechen la fuerza del viento y puedan reducir además sus emisiones hasta en un 20%. Y en la luna, donde se trabaja en colaboración con la Nasa en una rueda adaptada a las condiciones extremas del espacio para que los astronautas del Proyecto Artemis puedan moverse por la luna cuando el ser humano regrese en 2026 a nuestro satélite después de más de cinco décadas.

Surcando océanos

Michelin ha usado su conocimiento experto en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) para desarrollar Wisamo, un sistema de vela automatizado con el que los grandes barcos pueden aprovechar la fuerza del viento para moverse en el mar. Se trata de un sistema robusto y eficiente, preparado para resistir las condiciones meteorológicas más exigentes y adversas que se pueden producir en los océanos.

Wisamo es un sistema de vela automatizado para que los barcos aprovechen la fuerza del viento y reduzcan sus emisiones

Con este sistema, Michelin está contribuyendo a la necesaria transformación del transporte marítimo, inmerso en la búsqueda de formas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Este sector arroja a la atmósfera más de mil millones de toneladas de CO2 cada año, lo que supone el 2,9% de todas las emisiones de origen humano. Este tipo de soluciones innovadoras son fundamentales para lograr una transición hacia un futuro más limpio y sostenible en el ámbito del transporte.

Wisamo permite a los barcos gracias a la propulsión eólica, reducir su dependencia de los combustibles fósiles y disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Es por tanto, la demostración del compromiso de Michelin con la sostenibilidad del planeta y la búsqueda de soluciones innovadoras que mejoren la movilidad y reduzcan el impacto ambiental.

Un compromiso sin fronteras

Michelin no se detiene y busca nuevos desafíos más allá de la Tierra para superar los límites y encontrar soluciones para los retos más difíciles. Por esa razón, el espacio es su nueva frontera. En este reto infinito que afronta, la empresa comenzará por la Luna, el cuerpo celeste más cercano a nuestro planeta.

La compañía forma parte del equipo de Intuitive Machines, una de las tres empresas seleccionadas por la Nasa para desarrollar un vehículo capaz de transportar a sus astronautas cuando estos vuelvan a la Luna en 2026, la fecha prevista por la agencia espacial para la misión Artemis III, dentro del proyecto del mismo nombre.

Los trabajos de la compañía se ocupan del desarrollo de un neumático capaz de soportar las condiciones más extremas del satélite, con temperaturas superiores a 100 grados e inferiores a 240 y expuesto a la radiación lunar y galáctica. La finalidad es preservar la batería del rover y garantizar la máxima duración y tracción en terrenos blandos y agresivos.

El diseño y desarrollo de estos neumáticos no solo abren nuevas posibilidades para la exploración espacial, sino también para mejorar la movilidad en la Tierra. Estas innovaciones pueden tener después aplicaciones prácticas en nuestro planeta. La tecnología desarrollada para superar los desafíos lunares puede ayudar a crear neumáticos más duraderos y eficientes en condiciones extremas, como en terrenos difíciles o climas adversos.

También en el aire y con el avión eléctrico

La apuesta por la innovación de Michelin tiene también puesta su mirada en el aire, donde su división aeronáutica es un proveedor de neumáticos para todos los mercados de aviación y para todo tipo de aviones, ya sean comerciales, de defensa o avionetas monoplaza.

La compañía ha dado ahora un paso más y ha comenzado a desarrollar neumáticos innovadores para el mercado de los aviones eléctricos. Es el caso del acuerdo de colaboración que ha firmado con Lilium N.V., la empresa de aviación que ha creado el primer avión de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) totalmente eléctrico del mundo, el Lilium Jet.

Michelin ha entregado ya las primeras unidades de un neumático que ha supuesto un nuevo desafío para la compañía, ya que han sido diseñados combinando un alto nivel de prestaciones con las limitaciones de peso muy estrictas que hay en este tipo de aparatos, donde cada gramo tiene un gran protagonismo en el resultado final.

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